jueves, 30 de septiembre de 2010

El Sur

El Sur
a Papo

Dos veranos
en un mismo año voy a esperar
a la sombra
del dormitorio oculto, quédate
a pensar en las tormentas que dejaré atrás,
quiero probar el sur,
y beberlo, ser de él.

Te sueño como en la brisa dorada matutina,
como en la temporada de la vid,
como si fueras un incendio
y el aire precursor, como si fueras
la sed que trae la primavera y el silencio
fresco después del invierno.

Te extraño
como si fueras mío,
como si hubiéramos descubierto el misterio de la noche.
Y después de todo, estás.
Te llevo al final del horizonte,
después del sur.
Yo ya no tengo miedo; te llamo
desde el infinito oleaje del mar, quiero ir
al sur,
al sur contigo, al sur
de ti.


Danna

Septiembre

Septiembre
(a Danna)

Alimento a los peces y me siento
unos instantes a verlos comer,
se deslizan suavemente, comen.
Me levanto, despacio
esquivo los muebles, silencioso
me asomo
a la escalera,
subo al árbol, desde arriba
huelo la calma
y me llevo a tu horizonte
anaranjado.

Te veo sentada en el sillón
encendiendo la lluvia;
bajo con la cena,
higos y nueces.

En la alfombra han germinado
cansancios, los cosecho,
me los subo a los hombros, los llevo
hasta la piedra de la esquina
donde lavabas tu pelo
la primera noche; dejo ahí
los brotes
y regreso con los peces,
espero que me llames a la mesa,
es tiempo de apagar las velas
hasta oir tu llamado.

PAPO
-28/09/2010-